20 de mayo de 2008

Deseo Carnal


- ¡No, No! Te digo que no puedo. Se llega a enterar mi novio y me mata. Después te busca a vos y también te mata. No es que no tenga ganas, pero no puedo.
Está parado adelante mío y no puedo contener ese cuerpo, esa mirada. ¿Por qué me gusta tanto? El quiere algo conmigo y yo quiero algo con él. Pero a mi novio lo amo. Esos labios, que ganas de arrancárselos de un mordisco. No aguanto más esta tentación. Después de haber esperado tanto tiempo, después de haberlo seguido secretamente a todos lados, después de haberlo buscado tanto sin tener éxito, finalmente está en mi habitación. Estamos solos y nadie nos molesta. Yo le tengo ganas y él a mí. Esto es más fuerte que yo. Me acerco y le muerdo violentamente los labios. Me volví una salvaje lista para devorar mi presa. Lo beso apasionadamente y mientras acaricio con una mano su espalda y con la otra su cuello. Esto se está volviendo muy interesante pero a la vez difícil de controlar. Ya está, ya me hundí, vamos a hacerlo con estilo. Le saco la remera y le siento la piel mientras suspiro. Mi respiración se está volviendo más agitada y sólo imagino su cuerpo desnudo. Lo beso nuevamente y él comienza a sacarme la ropa. Estamos en la cama tirados, el abajo y yo arriba con mis piernas en sus costados. Que bien se siente, que placer. Siento su corta pero fuerte respiración en mi odio y me impulsa a moverme cada vez más rápido. Cierro los ojos para disfrutar este momento, para no desconcentrarme con nada. …

- Ahh… sí

… Lo agarro fuerte de sus costados y abro los ojos con una mirada de satisfacción. ¿Qué pasó? No entiendo nada. ¿En donde está? ¿Por qué está mi novio en su lugar?